LAS TERMAS

Para los romanos una de sus formas favoritas de pasar el rato era ir a las termas públicas, una especie de piscinas. Allí se bañaban, charlaban, se limpiaban, se daban masajes.
Para hacer un buen uso de las termas, había que seguir unos pasos fijos: pasar por sus salas siguiendo un orden:

• Primero se pasaba al caldarium, que era la piscina de agua caliente.
• Después se pasaba al tepidarium, con agua templada.
• Y por último, había que pasar por el frigidarium, piscina con agua fría.
• Después de todo esto pasaba a la sala de los masajes.